En el mundo laboral de hoy y con la ayuda de diferentes tecnologías, existen diversos métodos para conocer qué tan productiva está siendo una organización, a la vez que los procesos que la conforman. Esta información, es de gran utilidad para la medición del ROI de la capacitación, pues con ello se pueden hacer comparaciones acerca de los cambios obtenidos después de llevar a cabo un programa de capacitación.
Igualmente la realización de entrevistas y encuestas a las personas que asistieron a las capacitaciones pueden dar cuenta de cómo la misma influyó en mejoras de la productividad o si por el contrario no generó gran efecto según la percepción del personal.
Se considera que buscar un efecto inmediato de la capacitación no es un criterio correcto, por el contrario, se debe dar un lapso prudente para que las modificaciones en comportamientos o métodos de trabajo hagan parte de la cotidianidad. Se estima que este tiempo puede estar aproximadamente hacia los tres meses.
Basarse entonces en información histórica de la organización es una fuente de información importante para medir el ROI de la capacitación. Depende de la precisión de la información, la confiabilidad en el cálculo del ROI. Por tanto, no es solo lo que ocurre después de la capacitación, se deben generar observaciones y análisis estratégicos previas a la misma.